martes, 15 de octubre de 2013

La teta asustada: más que una enfermedad


Siempre a lo largo de la historia sobre víctimas, las mujeres son las que han llevado la peor parte, ellas son las que terminan siendo violadas, ultrajadas, huérfanas o sin esposo. Las mujeres en su mayoría son indefensas, tal vez con un nivel de estudio básico e inclusive mínimo, y sus hijos terminan padeciendo a causa de los miedos que la violencia les deja.

En la película “La teta asustada” se evidencia los traumas dejados a una mujer después de ser violada y como todos sus miedos se los transmite a su hija, esta historia relata o evidencia lo que sucedió en Perú, en la época del conflicto, en medio de la historia de Fausta, su protagonista, deja entrever, aspectos de la vida cotidiana de uno de los tantos pueblos de este país.

Para una madre, a mi parecer, es muy cruel ser violada mientras está en periodo de gestación y no poder hacer nada por defenderse, es sentirse humillada, ultrajada, vulnerable… sucia, y todas las consecuencias de ello es transmitido a los hijos, todos los miedos, las angustias, son impregnadas sobre todo si el hijo es mujer, la enfermedad de “La teta asustada” la cual es una creencia propia del pueblo peruano, se debe a la transmisión de esos temores a los hijos a través de la alimentación, como le sucedió a Fausta, y de allí comienza toda la trama a desarrollarse.

La violencia tiene un patrón muy particular, siempre hay unos más vulnerables, otros más fuertes, el que quiere ganar a toda costa y el que le toca perder, no muy lejos de la violencia que ha vivido el pueblo peruano, lo ha vivido Colombia, la violación de sus mujeres, asesinato de los esposos, pobreza, entre otros.


Si bien es común entre pueblos, sobretodo cercano como lo es Colombia de Perú, encontrar problemáticas similares, cada pueblo tiene sus propias creencias, como lo de “la teta asustada”, o “la teta con rabia” la historia nos muestra una reflexión muy interesante. El deseo de vivir, de salir adelante, el deseo de amar y ser amada, está por encima de cualquier problema por más grave que sea. Es necesario dejar atrás todas esas imposiciones familiares y luchar por conseguir ser mejores, no dejar que nadie pisotee nuestros sueños y siempre luchar por ellos y la reflexión, a mi modo de ver, la más importante es, dejar atrás todo aquello que no nos edifica y seguir el camino, aunque eso signifique dejar hasta nuestra propia madre, como le toco a Fausta, dejar que su madre se fuera y desprenderse de ella para poder ser sana de la enfermedad “la teta asustada”.

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